Trabajo sobre un junípero rastrero en una de nuestras reuniones semanales en la sede de la Asociación.
En estas tres fotos siguientes se puede ver el material de trabajo. Le llamo el junipero "abandonado". Es una planta de vivero para jardines, especialmente rocallas. En su momento la compré, hace 3 ó 4 años, para usarlo en charlas y poder realizar prácticas de alambrado, básicamente. Su nombre viene de ahí, lo compré y lo dejé abandonado, sin hacerle nada. Un poco de abonado.
Tenía cinco ramas regulares en cuanto a su colocación y dirección. Decidí eliminar tres superiores y una baja, dejando solo una intermedia. Las podadas las convertí en jin.
Tenía como modelo propuestas que vienen en el libro de Naka I. Corté la maceta de plástico hasta el sustrato para facilitar las maniobras sobre el tronco.
Aquí se puede ver en detalle la guía de alambre de 3.5 mm, que recorre todo el tronco envuelta en cinta semielástica de injertar.
En estas tres últimas fotos ilustran como sobre la guía de alambre y la cinta de injerto se coloca otro alambre en espiral. Se pretende dar más consistencia al alambrado y proteger el tronco para evitar fracturas.
Se empieza con el doblado del tronco. Muy importante la colocación de las manos, para proteger al tronco de posibles fracturas, y "sentir" el tronco.
Se pinza, alambra y distribuye el "verde" que ha quedado.
Últimos retoques de la copa del árbol.
Búsqueda de un frente definitivo.
Final del trabajo de remodelación. Y el objetivo: puesta en práctica de diversas técnicas de modelado en bonsai, en una planta de bajo coste, en uno de nuestros jueves en la sede de la asociación.
Días después se realizó el trasplante. Prácticamente toda la maceta era un compacto cepellón.
En estos casos yo recurro a chorro de agua, porque es casi imposible quitar todo el sustrato sin que se estropeen muchas raíces.
Con este cepellón debe ser suficiente para asegurar la supervivencia del árbol.
Y por último maceta sin esmaltar y akadama 100% como sustrato.
Saludos
Rafael jiménez
